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Capítulo 1 :   ODIO

“El odio hay que combatirlo día a día. El odio es un monstruo que nos devora y que si nos dejamos, si nos descuidamos, nos acaba invadiendo por completo”.

Antonio Utrera, víctima del 11-M, y Almudena Blanco, víctima de ETA, dedican parte de su tiempo a dar charlas en los colegios. Unos testimonios duros, pero serenos y valientes, que permiten conocer de primera mano el sentir de las víctimas, cómo han afrontado su realidad y cómo han aprendido a vivir sin odio.

 Duración: 7:09

Audio:

Antonio Utrera: En este tren viajaba yo. En este tren fueron asesinadas 69 personas.

Almudena Blanco: Fueron unos días muy difíciles. Fue un hecho que a mi me marcó de por vida.

Antonio Utrera: El odio es un monstruo que nos devora.

En tres meses, tras el atentado, mis amigos, que no eran pocos, amigos, amigas…. desaparecen.

Nadie, nadie, nadie vino a darme consuelo: un abrazo, una palmada simplemente… nada.

Que se cuente todo, con todos sus detalles, que no se quiera ocultar la ignominiosa manera en la que se mató a muchas personas porque muchos de esos asesinatos estaban llevados por motivos muy miserables.

Antonio Utrera: El mero hecho de hablar con jóvenes siempre aporta mucho. Yo aprendo mucho de ellos y de ellas, siempre, en cada charla y salgo con una lección de vida. Realmente, no deja de ser una representación en la que uno se representa a sí mismo, representa la voz y el testimonio. Una vez que empiezo a ver cómo entran los chicos y las chicas… esos nervios, esas dudas se disuelven enseguida.

Vamos a remontarnos al 2004, a marzo de 2004, a la mañana del jueves 11 de marzo de 2004. Yo fui uno de los heridos más graves de aquellos atentados.

En este tren viajaba yo. En este tren fueron asesinadas 69 personas y fuimos heridos cientos. Mientras yo llegaba al hospital y me inducían el coma porque yo tenía un grave hematoma en la cabeza, la sociedad española se echó a las calles para manifestar su ira clamando libertad y clamando, sobre todo, paz.

Paloma Pérez, subdirectora general de Apoyo a Víctimas del Terrorismo: La Dirección General de Apoyo a Víctimas del Terrorismo es una unidad integrada dentro de la Subsecretaría del Ministerio del Interior que se encarga de hacer efectivos todos los derechos que a las víctimas del terrorismo les reconoce la legislación nacional. Hemos organizado talleres, fundamentalmente dirigidos al ámbito laboral, también de atención psicológica, y una actividad fundamental es la organización de las charlas dentro del programa de Testimonio de Víctimas en las aulas.

Almudena Blanco: Yo soy víctima del terrorismo de ETA porque soy hija del teniente coronel Pedro Blanco García, que fue asesinado por ETA el 21 de enero del año 2000 mediante un coche bomba al lado de mi casa. Yo me enteré de lo que había pasado realmente cuando ya estaba en el colegio. Fueron unos días muy difíciles. Fue un hecho que a mi me marcó de por vida. Pero, también, con el tiempo, me ha enseñado a ser más valiente y más positiva ante las oportunidades de la vida. Cuando me preparo las charlas, primero, intento introducir información útil para los alumnos sobre terrorismo, sobre lo que es el terrorismo, los diferentes tipos de terrorismo del mundo, y, luego, evidentemente, me ciño más al terrorismo de ETA que es el que en mi caso se aplica más. Les abordo desde el punto de vista de una hija que tenía la edad que tienen ellos cuando pasó el atentado.

Cristina Moreno, docente en el IEA Arquitecto Pedro Gumiel: Los alumnos han recibido una preparación previa mediante el desarrollo de una unidad didáctica que ha sido facilitada por el Ministerio del Interior y, nosotros, a través de las características de nuestros alumnos la hemos adaptado.

Elías Vázquez, profesor el IES Arquitecto Pedro Gumiel: Hay varios temas que se tratan en las charlas que son transversales y que se utiliza el tema del terrorismo como vehículo para transmitirlo: que es la resolución no violenta de los conflictos, el poder apoyar a alguien que lo está pasando mal, la gestión emocional…

Paloma Pérez: Además de que se conozca, de que los jóvenes conozcan lo que ha pasado en España, es fundamental ese otro objetivo de prevenir la violencia, de prevenir la radicalización.

Antonio Utrera: El odio hay que combatirlo día a día. El odio es un monstruo que nos devora y que si nos dejamos, si nos descuidamos, nos acaba invadiendo por completo.

Almudena Blanco: Que se puede vivir después de un hecho tan grave como un atentado sin odiar. Que el odio solo te hace daño a ti mismo. Y, al que tú odias, ni siquiera le va a llegar una milésima de tu sentimiento. Entonces, principalmente, es el aprender a no odiar, que es muy difícil, pero se consigue. Yo lo he conseguido y vivo mejor.

Antonio Utrera: Sin embargo, entre los rostros, entre mis rostros queridos, mis rostros más cercanos, faltaba el rostro de una persona. Faltaba el rostro de Angélica González García. De ella puedo decir muchas cosas. La conocí en el último año y medio de su vida. Sin embargo, su recuerdo es permanente e indeleble.

Paloma Pérez: Hay que tener en cuenta que es una actividad muy exigente a nivel emocional. La verdad es que hay que quitarse el sombrero por el esfuerzo que las víctimas que participan en el proyecto hacen y, evidentemente, todas son libres de poder y de querer hacerlo.

Antonio Utrera: Mi amiga Angélica fue el principal motivo por el que, al final, sigo dando mi testimonio en las aulas. Creo que mientras hable de ella, ella seguirá viva y es la manera que yo tengo de que su memoria siga presente y nunca desaparezca.

La muerte suspendió nuestra alegría, pero yo velaré por la memoria del día que creímos ser eternos. Muchas gracias.

Almudena Blanco: En un colegio, en Madrid, cuando terminó la charla, se me acercó una niña, una chiquita joven y me miró y solo me decía: ¡Qué dolor, qué dolor! Y la vi muy emocionada, y, eso, a mí me emocionó a la vez, claro.

Creo que todos los jóvenes, que son el futuro, deberían conocer nuestras historias para que no caigan en el olvido.

ODIO

Memoria para no olvidar. Memoria para vivir y convivir. Memoria como antídoto frente al radicalismo. Dos víctimas del terrorismo comparten su experiencia, sus recuerdos y su mirada al futuro con alumnos de colegio.  Una lección de vida, superación y dignidad.

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