Detalle

Maribel Verdú entra en el plató. Allí se encuentra con la inspectora Celia Sánchez

Maribel Verdú: Qué espacio más bonito.

Celia Sánchez: Sí, muy chulo

Iris Díaz llega y le presentan a la guardia civil Marlén Baizán

Maribel Verdú: La inspectora con la que yo trabajé para El asesino de los caprichos me dijo una cosa que no se me olvidará ya nunca. Dice: Perdona, lo primero soy mujer, después inspectora.

Marlén Baizán: Pertenezco a la UCO, entonces estoy en un grupo policial.

Iris Díaz: ¿Eres policía judicial?

Marlén Baizán: Sí. Investigamos homicidios, secuestros, desapariciones. Al final, hacemos un poco lo mismo. Yo me meto en la parte de la investigación y tú también para encarnarlo.

Celia Sánchez: ¿Cómo has llegado ahí tan joven? Pues he llegado, pero con mucho trabajo detrás.

Maribel Verdú: Si eres mujer, entonces tienes que demostrar más.

Celia Sánchez: Sí. Yo también lo creo.

Maribel Verdú: ¡Nos queda tanto camino por recorrer todavía, tanto, tanto!

Marlén Baizán: He hablado con compañeras de las primeras promociones y ellas sí que te decían: Pues yo he llegado al pueblo y los compañeros no querían salir conmigo de patrulla. Eso, a día de hoy, o sea, es que es inconcebible.

Maribel Verdú: Igual, no es tanto… Fíjate, estaba pensando, no es tanto la brecha salarial en tu caso, como lo que se llama ahora, el techo de cristal que, quizás, a lo mejor, cuando llegáis inspectores jefes podéis cobrar lo mismo, pero ¿cuánto te cuesta a ti llegar y cuánto le cuesta a un hombre?

Celia Sánchez: La pregunta es más: ¿por qué hay más hombres en altos cargos, en escala superior de la Policía, más que mujeres? Lo primero, porque, inicialmente, los que hay ahora entraron hace muchos años y antes del año 79 no entraban mujeres. Y también porque en la Policía Nacional, el proceso que hay que seguir para ascender, la promoción interna, es un proceso muy costoso. Después de unos años, o como poco muchos meses estudiando esa oposición para el ascenso, se va a hacer un curso de formación. Sale y pide destino, y, a lo mejor, lo más cercano a Madrid que ha encontrado es Valencia. ¿Le da igual a él y le da igual a ella separarse de su pareja, de su marido, de su mujer y de sus hijos para irse un tiempo fuera a estudiar, a trabajar, hasta que pueda volver a su casa?

Maribel Verdú: "Vete tú y yo me quedo con los niños".

Celia Sánchez: Exacto, es eso. ¿Quién va a ceder?

Maribel Verdú: ¿Quién va a sacrificar todo, quién va a ceder?

Celia Sánchez: A un hombre nunca se le ha cuestionado que haya sido mejor profesional o haya alcanzado más el tope de su carrera profesional por tomar la decisión de tener familia, no tener familia, o de vivir con quien haya querido, o de lo que sea.

Maribel Verdú: ¿Tú sabes lo que me he comido yo en mi vida con eso de no ser madre? Ahora, cada vez se ve a más, muchísimas mujeres que no son madres, que no quieren formar una familia. Pero tú no te puedes imaginar lo que ha sido el lastre de mi vida.

Iris Díaz: Cuando me ofrecen el papel de la sargento, lo primero que me pasó es que no tenía referentes, tía. O sea, me costaba como evolucionar un poco. La experiencia que yo tuve la primera vez que interpreté a alguien, a una policía, fue en "El Comisario", que acabó en el 2008-2009, y aunque en "El Comisario" sí tenía jefa, tenía subinspectoras, pero, al final, el comisario era el comisario, los que venían de fuera siempre eran hombres. Pero el miedo que tenía al principio como actriz era: "Vale, ¿y ahora qué? ¿En quién me fijo?". Porque no está normalizado. He podido interpretar a amas de casa, a madres, a tenderas, a médicas, pero con este caso, con los cuerpos de seguridad, me hubiese gustado hablar con una mujer.

Marlén Baizán: Yo creo que cambia más la percepción de cómo te ve el resto de la gente, a cómo actuamos nosotras. Porque, al final, las primeras promociones, sí que no tienen nada que ver con ahora. Pero es verdad que, desde que entré, ya no hay tanta diferencia

Iris Díaz: ¿Y cómo te ve la gente de la calle? A lo mejor, si vas con un compañero hombre, ¿sientes que la petición del civil va hacia el hombre o hacia ti?

Marlén Baizán: Yo, antes de estar aquí, estuve en Seguridad Ciudadana, en las patrullas. Y al final, estuve en un pueblecito de Huesca, donde había gente muy mayor. Pues igual se dirigían más a él.

Iris Díaz: Pero, me imagino que, porque en el imaginario colectivo, si yo cierro los ojos y pienso ahora mismo en una patrulla, esa patrulla que me invento está compuesta de hombres.

Marlén Baizán: Sí, porque al final son muchos más. Es que, al final, somos muy poquitas

Iris Díaz: ¿Sabéis el dato?

Marlén Baizán: Yo, la verdad es que de memoria no lo recuerdo, pero yo creo que éramos entorno a un 6% de mujeres. En la Guardia Civil, en general, es muy típico que seas de familia Guardia Civil y que llegues al cuerpo por historia de tu familia. En mi caso, no. Yo no. He hecho todo lo contrario. Soy de un pueblo de León, y son mineros, todo lo contrario

Iris Díaz: ¿Qué te llamaba?

Marlén Baizán: Pues, con 15, 14, 15 años, me empezó a interesar. Fue cuando habían estrenado en su momento "CSI". Al final, la importancia de la ficción.

Iris Díaz: Es maravilloso.

Marlén Baizán: Y, al final, estudié criminología. Y luego pues, acabé en la Guardia Civil. De hecho, mi madre, al principio, decía: "Ay, ¿dónde vas a ir?

Iris Díaz: Como que es un trabajo de riesgo.

Marlén Baizán: Sí, sí, sí, sí.

Iris Díaz: ¿Tú lo vives así, como un trabajo de riesgo?

Marlén Baizán: Bueno, yo donde estoy ahora mismo no. Porque al final, yo hago la parte de investigación. Y es verdad que investigo a asesinos,

Iris Díaz: Con toda la normalidad lo dice. Madre mía, qué miedo

(risas)

Marlén Baizán: Pero, al final, hay otros trabajos que tienen mucho más riesgo dentro de los cuerpos y fuerzas de seguridad. Por ejemplo, el que está en una patrulla en un pueblecito por ahí perdido, pues, al final, tiene más riesgo que el que tengo yo.

Celia Sánchez: Yo soy negociadora de la Policía y los negociadores,

Maribel Verdú: ¿Qué me cuentas, por favor?

Celia Sánchez: Me hace gracia porque tú lo ves así, pero claro, yo, como trabajo todos los días, pues me parece más apasionante lo tuyo.

Maribel Verdú: ¡Ay no! ¿qué dices? Pero o sea... Busca la estrategia para conseguir que este pavo suelte a los rehenes… Es apasionante. Entonces, de alguna manera, tenemos mucho en común. Porque se trata de ser creíbles, ser creíbles. Antes, yo, por ejemplo, he estado viendo mogollón de películas de los años 30, 40. Tú no veías un papel de una mujer, por ejemplo, haciendo policía. Y por eso, que la visibilidad es tan importante hoy en día para que se vea que una mujer puede ejercer cualquier tipo de profesión. ¿Sabes? Y que está ahí. Y que ya existen.

Celia Sánchez: Afortunadamente. Por ejemplo, yo me he encontrado gran parte del camino hecho. Cuando he ido a estudiar, cuando me he preparado la oposición, cuando he empezado a trabajar, tenía el terreno muy, muy allanado y no me he tenido que encontrar con grandes dificultades.

Marlén Baizán Sí que es verdad que eso que estamos hablando mucho de la desigualdad en el ámbito de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, pero yo no sé si en tu profesión si también ocurre.

Iris Díaz: Mira, para que te hagas una idea, la mayor parte de las veces, y creo que voy a tirar piedras sobre mi propio tejado, pero me da igual porque estamos hablando de igualdad, los elencos de las series se cierran primero a los hombres y luego a las mujeres. Hasta hace unos años, tú podías pasar una fase de muchos castings y que finalmente no te saliera el papel porque fueses 5 centímetros más alta que el protagonista masculino. Y eso es muy duro y genera mucha frustración. Porque no tiene que ver con tu talento, no tiene que ver con tu valía, no tiene que ver con tu belleza. Ya no hablemos de interpretación y maternidad. Imagínate en este universo ¿no?, donde tú tienes que caber en una talla 38, donde el 90% del tiempo se te exige ser bella, estar preparada. Cuando te quedas embarazada, se abre un mundo muy complicado. Creo que hay una similitud en esos trabajos, quizás que hay una parte de movilidad. Nosotras no trabajamos en una oficina de 8 a 4. Hay días que palmas horas de curro. Hay días que tienes que estar preparando un caso más horas de la cuenta.

Marlén Baizán: Yo, por ejemplo, en el sitio en el que estoy, viajamos. Lo normal es que viajemos dos semanas al mes, mínimo. Entonces, es verdad que el decir, pues, "dejo a mi hijo con su padre la semana que me voy de viaje", yo creo que todavía nos queda mucho de cambiar la forma de verlo. Porque al final, que un padre deje a un hijo con su madre una semana porque se va de viaje no es nada raro y, sin embargo, lo otro nosotros lo vemos mucho más. Incluso nosotras.

Maribel Verdú: Yo llevo 38 años haciendo cine y yo me he encontrado con un montón de tíos machistas, pero no en mi profesión y fuera de ella. Es que no está ligado a mi profesión. O sea, me han puesto la zancadilla mil veces, hombres y mujeres. Se han intentado aprovechar de mí hombres. Pero se han intentado aprovechar de mí también hombres fuera de mi profesión. No creo que haya una tía que no haya vivido algún momento delicado en la vida con tíos. Pero es que en tu profesión y fuera de ella. Eso va unido a los impresentables. ¡Pero es que hay tantos tipos y hombres decentes maravillosos en la vida!

Marlén Baizán: Yo, en concreto, y mi generación nos hemos encontrado un camino muy largo recorrido ya de antes. Pero sí que es verdad que el paternalismo de "no la pongas a hacer esto porque igual no puede", o no vaya a ser que se le escape el detenido. O lidiar con él: “vamos a cuidarla un poco más porque como es la mujer o como es la niña”. ¿No? Y es que no. No tienes por qué. Porque al final, igual tengo más fortaleza física, o no, y no la necesito, y tengo otro tipo de habilidades que puedo utilizar.

Maribel Verdú: Nosotros, digamos los actores, actrices, nuestra profesión se encarga de visibilizar, en este caso a vuestra profesión. Entonces, ahora cada vez vas viendo más series y más películas donde hay inspectoras de policía protagonistas, o hay... ¿No? ¿No te parece?

Celia Sánchez: Tenemos el tópico de antes, de "Los hombres de Paco", ¿no? todo hombres. Y ahora ya, de hecho, la mayoría de series y películas policiacas suele ser o, al menos, por lo menos en el 50%, la protagonista, la jefa es una mujer.

Maribel Verdú: Efectivamente

Celia Sánchez: ¿Te dio la sensación de que, a lo mejor, era distinto? ¿Cómo te imaginabas que iban a ser esos policías con los que os preparasteis y demás a cómo fueron en realidad?

Maribel Verdú. Bueno, ella, ya te digo, una mujer tan femenina y tan rica, y yo decía:  Pero, tía, ante todo soy mujer. Yo soy así, soy coqueta y me gusta salir a la compra pintada y hacer mi trabajo igual. Pues claro. Es que no está reñido.

Iris Díaz: ¿Y tú vas de civil o?

Marlén Baizán: Yo voy de civil. Bueno, de hecho, más o menos no tan peinada como estoy hoy, pero yo voy así habitualmente a trabajar.

Iris Díaz: Claro

Marlén Baizán: Y es verdad que voy con zapatos. Si tengo que irme a correr o si tengo que ir a hacer algún trabajo de campo, no. Pero si no, voy con mis zapatos de tacón. Y es que no entorpece el resto del trabajo.

Iris Díaz: Pues fíjate que lo discutimos mucho creando a la sargento, si podía llevar tacones o no. Y al final, decidimos que no. Y creo que vuelva a ser por lo mismo, falta de referente. Porque si tú me cuentas que sí, que claro que puedes hacer un interrogatorio en tacones.

Maribel Verdú: A veces, he podido pensar que también muchos de estos prototipos de personajes que son como tan duros y tan bordes y tal, es como que, a lo mejor, en un mundo de hombres en el que les ha tocado vivir o ejercer su profesión, se ponen esta especie de careta como para decir: a ver, yo estoy aquí, ejerzo lo mismo que tú.

Celia Sánchez: Para hacerse valer.

Maribel Verdú: Claro, pero me voy a hacer valer y voy a ser fuerte y borde y tal para que no me pases por encima. ¿Puede haber algo de eso?

Celia Sánchez: No creo que sea un requisito súper necesario para ejercer un liderazgo eficaz. Pero sí que, a veces, haya que sacar carácter, sí. Tener cierto carácter. Pero que sea tu carácter. Yo he tenido la suerte de llegar a donde he llegado por el camino que ya se ha hecho. ¿No? Que no lo he hecho yo, que lo han hecho otras mujeres en la Policía Nacional. Y agradecer a todas esas personas que han hecho posible que haya mujeres en la Policía

Maribel Verdú: Y que podáis llevar ya por fin pantalones.

Celia Sánchez: Exacto, que haya un uniforme igual al de los hombres, que haya mujeres que ostenten cargos de importancia en la Policía, que hayamos avanzado tanto.

Iris Díaz: Sentimos que hay mucho camino recorrido, pero yo siento que nos queda todavía mucho por avanzar, que estamos encontrando patrones en común y venimos de dos mundos tan distintos.

Marlén Baizán: Sí, porque yo nunca me hubiese imaginado… ¡Vamos! No tenía ningún conocimiento de lo que me acabas de comentar de que porque seas cinco centímetros más alta que el actor… ¡Vamos!, No me hubiese imaginado en la vida. De hecho, yo creo que es una profesión de la que hubiese dicho en las que seguramente hubiera menos machismo o menos desigualdad. ¿No? y al final, yo creo que eso es también la sociedad, en este caso, todos somos parte de la sociedad, tenemos mucho desconocimiento de este tipo de situaciones que solamente vive la parte que las está viviendo.

Iris Díaz: Exacto. Cuando eres capaz de atravesar ese propio tabú entre nosotras hablar de nuestros gustos, de nuestras preferencias, de la maternidad sin tapujos, de quitar el romanticismo a ser madre…. Yo creo que estamos sembrando un jardín interesante.

Marlén Baizán: La base de todo eso y la forma en la que, y lo que queda por hacer, es lo de siempre, la educación. La educación en igualdad. Así es como cambia la sociedad.

Iris Díaz: ¿Nos juntamos un poco para una foto, así como de amiguis? Te voy a pedir el Instagram, amiga.

Maribel Verdú. Pero, mi amor. Y para qué, hablarte de las escritoras del 18, del 19, que tenían que escribir sus libros con seudónimos.

Marlén Baizán: La próxima vez que tengas otro papel de guardia civil…

Iris Díaz: ¡Hombre! Te voy a llamar.